Educación

Muro expresa su rechazo a la Ley Rovira y defiende el valenciano como eje integrador de nuestra sociedad

El Consejo Escolar de Muro manifiesta su firme rechazo a la “Ley 1/2024, de 27 de junio, de la Generalitat Valenciana”, conocida como Ley Rovira. Esta normativa representa una amenaza directa para la supervivencia de nuestra lengua y para los derechos fundamentales de la infancia, además de vulnerar leyes de rango superior y las advertencias del Consejo de Europa, que advierten que esta ley es un peligro para el valenciano. Todo ello se recoge en una carta que se remitirá a todas las instancias superiores para que se escuche la voz de la comunidad educativa, respaldada por el gobierno municipal de Muro e impulsada por la concejalía de Educación.

El Consejo Escolar Municipal de Muro es un órgano colegiado de carácter consultivo, plural y de Participación Democrática donde forma parte toda la comunidad educativa bajo un mismo paraguas, integrado por los CEIP El Bracal y El Montcabrer, el IES Serra Mariola y la Escuela de Adultos FPA Beniassent, junto con la concejalía de Educación. Mediante esta carta, el Consejo Escolar recuerda que “la enseñanza del valenciano es esencial para garantizar una educación de calidad, integradora y equitativa”. La única forma de asegurar que “nuestros niños y niñas terminen la etapa educativa obligatoria con competencias plenas tanto en valenciano como en castellano es a través de un modelo educativo donde el valenciano tenga una presencia significativa”, nos recuerdan.
Todos los estudios pedagógicos lo avalan: el bilingüismo equilibrado mejora el rendimiento académico global y fomenta la cohesión social. El bilingüismo, además, es la puerta perfecta al plurilingüismo, permitiendo educar a las nuevas generaciones con la capacidad de aprender más lenguas de manera efectiva.

Por este motivo, el concejal de Educación, Fernando Picó, se ha posicionado a favor de la comunidad educativa de Muro “porque la formación de las niñas y niños debe estar en manos de quien sabe. Yo, cuando voy al centro médico, me fío de lo que me dice la doctora o el doctor, y no impondría el tratamiento que, por ideología, pensara que es mejor. En este caso es igual: es el momento de consultar a las voces expertas, aquellas que trabajan día a día y ven la evolución de las competencias lingüísticas del alumnado, y dejar fuera las ideologías que odian el valenciano”.
Y es que “tenemos muchos motivos sentimentales, de cariño y pasión por el valenciano, que ya deberían ser suficientes para su defensa, pero es que también es una cuestión de ciencia: ser competente en valenciano te hace más competente en el aprendizaje del resto de lenguas y materias”.

El valenciano no es solo una lengua; es un patrimonio cultural común que actúa como un puente de unión entre personas de diferentes orígenes y sensibilidades. El Consejo Escolar de Muro considera que esta ley no respeta los principios legales básicos. Por ello, en la carta que se firma se advierte que la “Ley Rovira” vulnera nuestro ordenamiento jurídico:

  • En primer lugar, va en contra del principio de jerarquía normativa, ya que la ley entra en conflicto con normas de rango superior, como la Convención de los Derechos del Niño y la Niña, aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 como la primera ley internacional sobre los derechos de la infancia. Es de carácter obligatorio para los Estados firmantes y establece que todas las medidas respecto a la infancia deben basarse en el interés superior del menor.

  • Además, la Ley Rovira ataca la norma fundamental de las valencianas y los valencianos: nuestro Estatuto, que obliga a las administraciones públicas a disponer “los recursos que faciliten su atención e integración social, lingüística y cultural, respetando su identidad”.

  • En segundo lugar, ataca el principio de especialidad al priorizar una regulación general en detrimento de leyes específicas, como la Ley de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia de la Comunidad Valenciana.

  • En tercer lugar, va en contra del principio de temporalidad, que establece que las normas posteriores deben prevalecer sobre las anteriores.

Además, la ley imposibilita un bilingüismo equilibrado, dificultando la plena competencia en valenciano y castellano, y comprometiendo la calidad educativa. En la carta se recuerda que “una mente bilingüe tiene más capacidad para relacionar las estructuras gramaticales y sintácticas de las lenguas que ya domina con la nueva que quiere aprender; tiene la capacidad de hacer transferencias de una a otra, facilitando el conocimiento. Las personas monolingües tienen más dificultades para aprender nuevas lenguas, especialmente si estas no se usan en el territorio donde viven. Una persona monolingüe siempre estará en desventaja frente a una persona bilingüe.
Las pocas evaluaciones que se han hecho de nuestro sistema educativo y que están publicadas han demostrado que el alumnado que estudia en valenciano obtiene mejores resultados en lenguas, pero también en el resto de disciplinas, que el alumnado que estudia en castellano”.

En la carta firmada por el Consejo Escolar de Muro se destaca la importancia del valenciano como lengua minorizada que necesita un apoyo activo para evitar su desaparición, y se rechaza la delegación de decisiones educativas críticas en familias sin la formación adecuada en metodología de aprendizaje de lenguas.

Por ello, la concejalía de Educación de Muro se suma al rechazo expresado por la comunidad educativa en la carta de rechazo e insta a la Generalitat Valenciana a reconsiderar esta normativa para garantizar una educación que promueva la igualdad de oportunidades y la diversidad lingüística como valores fundamentales.
Del mismo modo, se promoverá un acuerdo plenario para hacer extensiva esta oposición institucional a la ley por parte del Ayuntamiento de Muro. Picó, por tanto, “hace un llamamiento sincero a las familias y a los representantes públicos para trabajar de la mano de la comunidad educativa para garantizar los derechos de la infancia, porque es nuestro deber asegurar la mejor educación para las niñas y los niños, y esta solo puede estar garantizada si les dotamos de competencias, no si se las quitamos por intereses partidistas o autoodio.
Trabajemos juntas y juntos por una educación mejor, donde queden fuera del aula las viejas guerras del pasado: es el momento de pensar en el futuro”.

 

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