El aceite, imprescindible en nuestra dieta mediterránea, se produce aquí en abundancia, siendo de excelente calidad y prestigio. Como de prestigio bien reconocido es también la gastronomía de “casa llauradora”.

Pasamos a los platos calientes, aquí nombraremos el “Arròs al forn“, y continuando con la variedad de arrozes, tenemos también les “Bajoques farcides“.

Olleta de Músic“, “Fassedures de dacsa“,  “Blat picat” y “Mentirons” son platos que por tener un alto grado de calorías se solían cocinar en pleno invierno.

La variedad de hortalizas nos deleitan con platos sabrosísimos como: “Casaques fregides“, “Faves Sacsades“, “Renyos de Masero” este último típicamente murero que no se encuentra por los alrededores.

Empezaremos hablando del aperitivo; el “Aiguasal” forma parte de nuestro vermut, “les olives trencades” y “les ametlles” dado que Muro es un pueblo de agricultura de secano, sin dejar de nombrar “l’Aspencat” y “la Pericana“, típicos en la dieta del llaurador.

Para terminar con un buen gusto de boca nombraremos los dulces: “Codonyat“, “Dolç de tomaca“, “Coca de Canonge“, y como frutos del terreno “les figues” y “la carabassa“.

Hemos podido apreciar que nuestra gastronomía es muy variada y saludable, aquí tenemos una muestra de nuestra riqueza.

Todos estos platos pueden degustarse en los restaurantes de la localidad.